domingo, 29 de abril de 2012

Kathmandú Dia 1 (2012-04-05)

Miseria, pobreza, no hay una sola palabra para describir el nivel de pobreza que aqui hay y como se percibe.
En el trayecto desde el aeropuerto a la ciudad, miseria, y mas miseria. No se por donde nos han llevado, pero desde luego, el 'aroma' es similar (peor) al que se percibe por la zona del Casco Viejo, zona San Pablo, etc... pero con el agravante de que esa zonas de Zaragoza en la comparacion salen ganando por goleada. Es una mezcolanza entre el olor a orines, antiguo y las especias y grasa que emplean para preparar la comida. Afortunadamente, los olores a orines eran los menos, y al poco tiempo te acostumbras al aroma de incienso y especias, aunque a mi el de la grasa que empleaban para cocinar me resultaba un poco nauseabundo.
Las casas, las calles, las tiendas parecen salidas de una zona de guerra propia del tercer mundo (quizas es que estoy en el), niños esnifando pegamento en bolsas de plastico (solo lo vi el primer día en la zona moderna de la ciudad), comida cortada y servida en medio de la calle sin ningún tipo de control higienico-sanitario, el caos circulatorio (aquí se conduce de oidas) y sobre todo la contaminación. En las horas punta de atasco se hacía dificil respirar y se notaba un picor en la garganta, supongo que por eso buena parte de la población local lleva mascarillas para respirar.

Del hotel y de la cena en el restaurante para que hablar... La falta de higiene es tónica general. El baño de la habitación deprimente... el lavabo de la habitación gotea y toda el agua cae al suelo directamente, suelo que es el mismo suelo de la ducha y que pasa junto a la taza del baño. Por supueso el papel higienico, un lujo, menos mal que he venido preparado.
La cama dura, las sábanas sucias, las de Leo tienen manchas de sangre y las de Luis unas manchas negras que no hemos investigado de que eran. Yo he preferido dormir dentro de la manta saco, y aun así­ hay una serie de bichos que se avalanzaron sobre mi en cuanto me metí­ dentro. Por precaución me envadurne de repelente para insectos y de momento no tengo picores.
Lo del restaurante tambien es para nota. Resulta que está puerta con puerta con el 'hotel' y es el que provee la comida, desayuno y cena al hotel.
Si quieres comer, mejor no enterarse como esta cocinado o lavados los instrumentos de cocina y platos :-(. Cocinaban y lavaban en medio de un 'jardin' mientra caía una tormenta. Alli estaba lavando el pinche las ollas en medio de la lluvia, mientras le caia el agua encima y luego a las ollas que limpiaba.
Lo mejor del todo es la declaración de intenciones que aparece escrita al principio de la carta, en donde se vanaglorian de contratar a gente sin experiencia, maleducada y ruda pero con gran entusiasmo por aprender, para que luego triunfen en otros restaurantes... cuando se lo traduje al resto del grupo se quedaron a cuadros.

Y como no, un video de Levitation :-)